EMO, “50 años de historia dan para un cambio radical”

Como tantas otras empresas relacionadas con la Ortopedia, EMO también tiene un origen familiar. Una tradición que ha entusiasmado a varias generaciones de profesionales ortoprotésicos que no solo han heredado un negocio, sino que también se han empapado de conocimientos […]

Como tantas otras empresas relacionadas con la Ortopedia, EMO también tiene un origen familiar. Una tradición que ha entusiasmado a varias generaciones de profesionales ortoprotésicos que no solo han heredado un negocio, sino que también se han empapado de conocimientos y formación para progresar y estar a la vanguardia. Un buen ejemplo es Pedro Fernández, director general de la compañía, que desde que asumiera el cargo en 2006, no ha cejado en su intento de situar a EMO como uno de los mejores fabricantes de nuestro país. Él mismo nos ha contado cómo han ido evolucionando y cambiando con el ritmo que marca la sociedad, la ciencia y la tecnología.

Pedro, vamos a remontarnos al comienzo de todo, ¿cómo era EMO en 1970 cuando inició su andadura?

Es una historia bonita de contar porque EMO nació de una ortopedia de Valencia, de un pequeño negocio familiar. Mi padre y mi tío venían de una familia especializada en fabricación de calzado ortopédico con cierto renombre. Con ese aval de calidad decidieron en 1970 poner en marcha la ortopedia. Hablamos de que en aquellos años solo trabajaban 2 personas allí, era un establecimiento muy cercano.

¿Cómo ha cambiado y evolucionado con los años el mundo de la Ortopedia?

Ha evolucionado muchísimo, al principio teníamos un conocimiento limitado sobre los pacientes y la ortopedia, pero a día de hoy las técnicas son muchas y muy variadas. El cambio se ha reflejado también en la sociedad, que ahora tiene una mayor conciencia de cuidarse, de cuidar a sus mayores y éstos son también más activos. No hace tanto, una mujer de 70 años se inclinaba por un calzado muy clásico. Hoy, una mujer de esa edad probablemente lleve uno muy similar al que lleva una joven de 20. La idea de la calidad de vida ha trascendido la barrera de la edad.

Nosotros mismos recientemente incorporamos “EMO Ayudas Identités” pensando en esta tendencia, ofreciendo más de 3000 referencias de todo tipo de ayudas técnicas y productos de apoyo para el bienestar y la autonomía personal. En el equipo que compone nuestra plantilla también se nota la progresión. De dos trabajadores a más de 70 personas en la actualidad. De ellos, entre 20 y 25 son técnicos ortopédicos y muchos de ellos tienen además una segunda carrera. Tenemos ingenieros, diseñadores, informáticos, economistas.

La formación es muy importante, hemos hecho siempre una apuesta fuerte en este sentido. Tanto en el pasado cuando no había otra forma de adquirir formación, como en la actualidad que seguimos apoyando a los profesionales que terminan sus estudios y tienen necesidad de rodarse. Por ejemplo, Emo Academy es un lugar de encuentro que surgió tras la renovación de las instalaciones. Se trata de un espacio donde se ve cómo hacer plantillas, la protésica de última generación o el escaneado y fabricación 3D.

Hablamos de nuevas tecnologías, ¿han supuesto grandes cambios en la fabricación de productos ortoprotésicos? ¿Cuál ha sido la revolución en los últimos años?

Creo que sería el diseño asistido por ordenador CAD. La prueba es que lo usamos en el 80 % de los diseños de los productos en serie que fabricamos y en el 100 % de aquellos que son a medida. Pudiendo ver cómo se aplican estos diseños en nuestras ortesis de la familia Ottec, fabricadas en termotejido que comprimen tridimensionalmente y además aportan calor terapéutico. O en la actualización de nuestras ortesis de tronco que incorporan microfibra, un tejido innovador y único en el sector de la Ortopedia, con una alta capacidad de absorción que permite eliminar la humedad de la piel. Sin olvidarnos de la protésica, con unos avances tecnológicos que han supuesto un salto exponencial en los últimos años ofreciendo una gran mejora en la calidad de vida y funcionalidad del usuario.

En cuanto a materiales, ¿qué se usaba antes y qué se usa ahora?

50 años dan para un cambio radical. Y por supuesto también ha habido una evolución muy importante en este asunto. Veníamos de materiales tradicionales como escayola, cuero, madera o acero. Ahora tenemos a nuestra disposición fibra de vidrio, fibra de carbono, composites, siliconas, etc. Pero no es tanto el material en sí, sino el conocimiento del diseño con ese material. Por eso nuestros profesionales tienen una gran base de técnica ortoprotésica.

Con tu experiencia, ¿cómo valoras el sector en estos momentos?

Bueno, creo que vivimos un momento que brinda una oportunidad tremenda para los profesionales que se han sabido formar, que han gestionado bien sus empresas y que se apoyan en la calidad, la trazabilidad y por supuesto la competitividad. Todo ello viene dado por los cambios normativos que se han producido a nivel nacional y en el territorio europeo.

Y si hablamos de puntos fuertes, ¿cuál es el valor añadido de EMO? ¿Qué lo diferencia de los demás?

Nuestra voluntad de ayudar al profesional de la Ortopedia. Tenemos un contacto directo con prácticamente todas las ortopedias de España y Portugal y les ayudamos con un departamento de atención: dudas técnicas, clínicas, administrativas, etc. Y después de 50 años…, te puedes imaginar que existe una relación muy bonita, de pertenencia al sector.

Después de cumplir medio siglo, ¿qué se siente? ¿Con qué esperanza miráis al futuro?

Yo personalmente, siento orgullo por estos 50 años. El futuro está relacionado con proyectos y en los últimos años hemos renovado instalaciones, procedimientos y procesos. Actualmente contamos con 10.000 metros cuadrados, para fabricar nuestros productos y dar un servicio inmediato. Además, es muy importante que se haya generado un equipo capaz y muy válido en torno a EMO. Sobre todo, porque cada uno, en su función, aporta un valor de futuro. ■